El color es un factor importante a la hora de determinar el valor de los diamantes, sobre todo cuando presentan colores fantasía. En este artículo se explica qué son los diamantes de color fantasía, qué fenómenos naturales originan su formación y cómo incide el color en su valor.
Al pensar en un diamante, uno se lo imagina de un blanco cristalino muy brillante. No obstante, también se forman de manera natural diamantes de color rojo cereza, rosa chicle, amarillo limón, azul glaciar, naranja calabaza, verde menta, púrpura, violeta y muchos otros igual de vivaces; de hecho, hay diamantes de casi cualquier tonalidad imaginable. Estas gemas prismáticas se llaman "diamantes de color fantasía". El color, uno de los cuatro criterios de calidad (color, pureza, peso en quilates y talla, lo que en inglés se conoce como las "4C" en alusión a "color" , "clarity", "carat" y "cut"), es un factor importante a la hora de determinar el valor de los diamantes, sobre todo cuando presentan colores fantasía. A continuación, veremos qué son los inusuales diamantes de color fantasía, qué fenómenos naturales originan su formación y cómo incide el color en su valor.
Todos los diamantes son el producto de un solo elemento, el carbono. Los diamantes de color fantasía son gemas de carbono que han experimentado un fenómeno natural extremadamente raro, pues solo se produce en 1 de cada 10.000 casos. La radiación natural, las intensas condiciones de presión y temperatura y la incorporación de otros elementos naturales, como el boro y el nitrógeno, durante la formación de la piedra son las causas de que adquiera tonalidades tan peculiares. Los diamantes se someten a estos procesos fascinantes durante miles de millones de años hasta que salen expulsados de la corteza terrestre por erupciones volcánicas y permanecen a la espera de ser descubiertos.
Los diamantes de color fantasía más raros son los rojos, los azules, los verdes, los naranjas y los púrpuras. Los diamantes rojos surgen cuando se ven sometidos a una presión extrema que causa una deformación estructural en la red cristalina y una dispersión de los átomos. Estas gemas del color de la manzana caramelizada son unas de las más inusuales del mundo, lo que las convierte en los diamantes coloreados más valiosos y codiciados.
Prácticamente igual de raros son los diamantes azules; los hay de dos tipos: el IIb y el Ia. La mayoría de los diamantes azules del planeta pertenecen al tipo IIb y deben su color a la presencia de boro en la red de carbono, elemento que favorece la conductividad eléctrica de la piedra. Se cree que el boro hallado en tales gemas azules proviene de las profundidades oceánicas. Estos diamantes tan solo representan el 0,1 % de todos los que se extraen. Por su parte, los diamantes azules de tipo Ia contienen hidrógeno y son aún menos corrientes.
Los diamantes verdes son increíblemente raros y valiosos. Su preciosa coloración es el resultado de millones de años de radiación natural inocua procedente de lo más profundo de la Tierra. La radiación alfa da lugar a un verde claro, mientras que las radiaciones beta y gamma generan un verde más intenso. La radiación dispersa las moléculas de carbono que conforman el diamante y altera la luz que lo atraviesa, lo que le hace adquirir una tonalidad verdosa. Los diamantes verdes son particularmente inusuales porque la radiación que experimentan no afecta a toda la piedra por igual, lo que implica que el color verde puede presentarse solo en ciertas partes de la gema, algo muy delicado, pues puede perderse al tallar o pulir la piedra.
Los diamantes naranjas también figuran entre los más raros. Estas gemas contienen nitrógeno (que absorbe la luz azul) y únicamente se consideran diamantes de color naranja si no se detectan trazas de color marrón. Un diamante naranja es tanto o incluso más infrecuente que un diamante rojo, azul o rosa. Y al igual que ocurre con los otros colores fantasía, cuanto mayor es la profundidad a la que se forma la piedra, más intensa resulta la saturación de color.
Los diamantes púrpuras suelen englobar dos categorías, ambas igualmente difíciles de encontrar: violeta puro y púrpura. Los diamantes de color violeta puro, tono que ocupa el último lugar en el espectro visible, presentan dicha tonalidad por la presencia de hidrógeno en su interior. En cambio, los diamantes de color púrpura –igual que los rosas– se originan debido a deformaciones en su estructura molecular.
Casi el 60% de los diamantes de color fantasía son amarillos, lo que los convierte en los más abundantes y populares de los diamantes de colores naturales. Aun así, eso no significa que sean corrientes; al contrario, son muy raros. Lo mismo que ocurre con los diamantes de color naranja, su brillante color amarillo se produce por una saturación de nitrógeno en el interior del diamante que modifica la luz que lo atraviesa al absorber la luz azul. Las tonalidades de estas gemas van desde el amarillo limón pálido hasta el canario intenso.
Los diamantes naranjas y amarillos contienen nitrógeno, y los azules contienen boro, pero el único elemento natural que conforma los diamantes rosas es el carbono. Por este motivo, el origen de su coloración fue un misterio durante mucho tiempo. Actualmente, los científicos creen que la tonalidad rosácea –similar a la roja– podría deberse a la forma en que la gema absorbe la luz. Esta anomalía puede atribuirse a una deformación en la red cristalina durante el proceso de formación de la piedra, algo tan raro que menos del 1% de los diamantes son rosas.
Cuando el GIA efectúa la graduación de un diamante de color fantasía, tiene en cuenta tres factores importantes: el grado de color, el origen de la piedra y la distribución del color. El grado de color (por ejemplo, "amarillo fantasía intenso") varía en función del tono (es decir, la cantidad de gris frío o marrón cálido presente en el diamante) y de la saturación (es decir, la palidez o viveza del color); en total hay nueve grados de color: "pálido", "muy claro", "claro", "fantasía claro", "fantasía", "de fantasía intenso", " de fantasía vívido", "de fantasía oscuro" y "de fantasía profundo" (los dos últimos son menos atractivos por su exceso de saturación). El origen de la piedra indica si el diamante es natural o sintético: algunos diamantes de color se han sometido a un tratamiento de síntesis térmico llamado "irradiación" para que imiten los brillantes colores que otros adquieren de forma natural; estos diamantes artificiales tienen un valor muy inferior y no se pueden comparar con los auténticos. Por último, la distribución señala hasta qué punto es uniforme el color de la piedra; como se ha mencionado antes al describir los diamantes verdes, el color no siempre tiene la misma intensidad en el interior de la gema.
El valor de un diamante de color fantasía depende en gran medida de la belleza general de la gema y de la rareza del color en sí. Sin embargo, hay otros factores que determinan el precio y el atractivo de estas piedras preciosas. Su valor crece conforme aumenta la intensidad del color, a diferencia de lo que ocurre con los diamantes incoloros, cuyo precio disminuye a medida que sus trazas de color amarillo, marrón o gris se vuelven más y más visibles. La intensidad y la pureza del color también son cruciales para determinar el valor de un diamante; por ejemplo, la elevada saturación de color en los diamantes con grado "de fantasía intenso" y "de fantasía vívido" hace que sean más valiosos que los diamantes que van del grado "pálido" al grado "fantasía", pero hay un punto de inflexión a partir del cual el valor de la gema empieza a decrecer debido a un exceso de saturación (es el caso de los grados "de fantasía oscuro" y "de fantasía profundo"). Por otro lado, los diamantes monocromos (ya sean púrpuras, verdes, rojos o de otro color) son extremadamente escasos y, en consecuencia, más apreciados que el resto. En general, la presencia de distintas tonalidades reduce el valor de un diamante de color fantasía; así pues, si uno presenta varias tonalidades (se pueden incluir hasta tres en el certificado), su valor mermará exponencialmente. Aun así, hay excepciones de combinaciones de colores muy buscadas, como el rosa purpúreo y el amarillo anaranjado.
Como todos los diamantes, los de color fantasía deben ser examinados en persona para determinar su valor real. Los expertos altamente cualificados de CIRCA se cuentan entre los principales compradores de diamantes del mundo y son capaces de evaluar la calidad y el valor de los diamantes de color fantasía. Si posee algún diamante que desee vender, concierte una cita en una de las 20 oficinas que tiene la empresa en todo el mundo o véndalo online desde su casa con la máxima comodidad y seguridad. Gracias a nuestra red internacional de apasionados coleccionistas de diamantes, le garantizamos el mejor precio posible por estas gemas tan singulares y maravillosas. Si acepta nuestra oferta, recibirá el pago de inmediato. Si quiere vender un anillo con un diamante rosa, amarillo o rojo, CIRCA le ofrecerá el precio que su diamante merece.